Los Estadios del Animus
Por Horacio Ejilevich Grimaldi
Por Horacio Ejilevich Grimaldi
Fundación C.G. Jung de Psicología Analítica
(Argentina)
Considero particularmente
importante la expresión de los arquetipos en tanto y en cuanto éstos lo hacen
exclusivamente mediante símbolos y estos símbolos entonces, universales y
correspondientes a la especia humane, son los que se constituyen y alcanzan su
dimensión máxima en el Arte.
Es por esto
que un conocimiento pormenorizado de cada uno de ellos, nos llevará
necesariamente a ampliar el marco explicativo e interpretativo en torno a la
obra sea esta plástica, literaria o de cualquier otra rama del Arte.
En este
campo, considero particularmente que la Psicología Analítica de C.G. Jung y sus
desarrollos post junguianos, tienen mucho para aportar, por lo cual he
realizado este trabajo presentando uno de los motivos arquetipales que con
mayor frecuencia surgen en el proceso artístico, este es el arquetipo del
Ánimus
Los
arquetipos son potencialidades, posibilidades de acción
y, al mismo tiempo, imágenes y emociones. Se heredan con la estructura
cerebral, en verdad, son su aspecto psíquico. Por un lado, representan un
conservatismo instintivo muy fuerte, y por otro, constituyen el medio más
eficaz concebible para la adaptación instintiva. Así que son, esencialmente, la
parte infernal de la psique... aquella parte a través de la cual la psique se
une a la naturaleza.
Los arquetipos se
presentan como ideas e imágenes, al igual que todo lo que se convierte en
contenido consciente.
Los arquetipos son por
definición, factores y motivos que ordenan los elementos psíquicos en ciertas
imágenes, caracterizadas como arquetípicas, pero de tal forma que sólo se
pueden reconocer por los efectos que producen.
Ánimus significa en latín, espíritu; como arquetipo central en la
Psicología analítica de C. G. Jung representaría la imagen de hombre o figura
masculina en los sueños o fantasías de una mujer. Es decir, al arquetipo de lo
masculino en lo inconsciente colectivo de una mujer. A lo femenino, en lo
inconsciente colectivo de un hombre, lo denominó Ánima. En sentido amplio, se
utiliza por lo tanto para describir el aspecto inconsciente, masculino, de la
personalidad femenina.
Vinculado a su principio
logos, refleja la naturaleza de su conexión con el mundo de las ideas y el
espíritu, en contraposición a Eros que reflejaba la naturaleza de lo
relacional. De ahí que Jung lo describiera como el arquetipo del significado.
Las figuras Animus no son
representaciones de hombres concretos, sino fantasías revestidas de necesidades
y experiencias de naturaleza emocional. Algunas figuras Animus características
son las figuras paternas, hombres famosos, figuras religiosas, figuras
idealizadas, jóvenes y figuras de dudosa moral (como criminales).
Las dificultades vitales
encontradas generalmente en una mujer derivan de la identificación inconsciente
con el Animus, o de su proyección en la pareja, lo que genera un sentimiento de
desilusión respecto de la persona real.
Jung distinguió cuatro
etapas esenciales en el desarrollo del Animus:
La primera etapa vendría
representada como personificación del poder físico, el hombre musculoso o el
atleta. Su simbolismo recaería en Hércules
En la segunda etapa el
Animus posee iniciativa, es capaz de realizar actos premeditados, existiendo un
deseo de independencia y un desarrollo intelectual, económico y profesional:
Apolo
Como tercera etapa se
produce una transformación en la palabra, figurándose como profesor o
sacerdote.
Y finalmente, como última
y más elevada manifestación se alcanzaría por parte del Animus la encarnación
del significado, constituyéndose en el mediador entre consciente e
inconsciente: Hermes
Es muy importante en este
trabajo considerar la bipolaridad del arquetipo, que, en su lado más
luminoso encarna determinadas características, mientras que en el lado obscuro,
se encuentran las mismas, degradadas.
Esta bipolaridad adquiere
creciente importancia en función de las combinaciones que suelen darse dentro
de los mismos estadios.
Se planean en este
trabajo la sucesión de cinco arquetipos a saber:
El Estadio de Peter Pan
El Estadio del Héroe
Trágico (Hércules)
El estadio del Gobernante
El estadio del Sabio
El estadio del Amante
El Primero de ellos (Peter
Pan), aglutina las características del denominado por Jung Puer Aeternus.
Este Peter Pan es un
Trickster “Tramposo“, que tiene como características que lo definen en su
potencialidad luminosa:
- Afán exploratorio y novedoso hacia todas las manifestaciones y cosas que estén a su alcance
- Capacidad imaginativa de amplio vuelo
- Mentalidad adolescente
- Falta de conciencia de sus propias limitaciones
Por el contrario, en la
polaridad negativa del mismo arquetipo encontramos expresadas fuertes
características que hacen al campo de lo psicopático. Es conveniente aquí
realizar la observación de que el “apellido “de este personaje, Pan, remite al
Dios Pan, un Dios menor en la mitología griega, tomada posteriormente por los
romanos como Fauno, que se caracteriza entre otras cosas por generar a aquel
que entra sin permiso en su dominios el denominado “Terror Pánico “, - Hoy en
día muy conocido como el panic attack.
Esta deidad, ha dado en
su aspecto psicofísico el leit motiv para la creación de la imagen
simbólica del Demonio cristiano, a saber, cuernos, cola y patas de cabra desde
lo físico y una extremada crueldad desde lo mental:
- Falta absoluta de compromiso (social, afectivo, comunitario, etc.)
- Tendencia a la manipulación e instrumentación del otro considerándolo como un medio para el logro de sus propios fines
- Existencia de un código ético-normativo, propio y asocial que le es característico
Sin embargo, al igual que
los otros estadios, la riqueza de este arquetipo está determinada por las
gradientes que devienen de la mezcla de ambas características, las positivas y
las negativas y la preeminencia de unas por sobre otras.
El tipo Peter Pan,
marcadamente irresponsable es, sin embargo uno de los preferidos por el ánima,
en tanto y en cuanto, su aparente sensación de desvalimiento y su poderosa percepción
por convertirse (artificialmente por supuesto) en el “deseo del otro”
Demasiado a menudo,
pacientes femeninas se quejan de sus parejas, que responden a este tipo, sin
darse del todo cuenta, que esas mismas características psicopáticas e irresponsables,
son las que, desde un primer momento convirtieron en irresistibles a estas
personas a sus ojos.
De cualquier manera, las
posibilidades de establecimiento de una relación seria y duradera en el tiempo
con un Animus fijo en el estadio de Peter Pan, son limitadas y, a menudo dan
paso a frustraciones en la mujer, que si bien seria, es el mal menor a lo que
podría devenir de lograr constituir una unión duradera con ellas.
Se describirá a
continuación el estadio de Hércules, también caracterizado como el
del Héroe Trágico.
Este arquetipo contiene
en su polaridad positiva:
- Muy amplia capacidad de sacrificio en función de causas sociales, perdidas o de redención del mundo que lo rodea
- Toda su atencionalidad esta dirigida al cumplimiento de su destino…De su función en la vida…De lo que creé que está destinado a Transformar, redimir, conquistar o mejorar.
- Sabe lo que quiere y define sus objetivos y sus planes en función de aquello que quiere alcanzar, no importando demasiado si la meta es utópica y de antemano está destinado al fracaso
- Su optimismo es solamente superado por su valentía en aras de la consecución de “ aquello para lo cual está destinado”
La faceta negativa nos
acerca estas características
- Incapacidad de llevar a cabo una vida con aspiraciones normales en tanto y en cuanto toda su psiqué está demasiado ocupada en salvar al mundo
- Esta incapacidad precedente, lo marca en especial en el campo de las relaciones de parejas, para las cuales no “ tiene tiempo”, o está demasiado ocupado
- Las relaciones sexuales son, de existir, esporádicas y no satisfactorias
- Existe una reiterada tendencia al fracaso de las parejas y la conformación de una familia
- Generalmente plantean también problemas en función a la que denominaré familia primaria (la conformada por sus propios padres). Estos suelen ser ausentes, o substitutos.
En todos los casos, los
hombres detenidos o fijados a este estadio, suelen representar un riesgo dado
que el fin del arquetipo es, por lo general trágico o cíclico.
Estas personalidades, en
el supuesto de vencer y sobreponerse al obstáculo con el cual luchan,
necesitarán constantemente de nuevas dificultades para reiterar
ininterrumpidamente un ciclo en el cual, las realizaciones personales, están
dejadas de lado en función de las causas heroicas por las cuales deben
debatirse.
La denominada “crisis de
la mitad de la vida”, suele encontrar a este estadio, con una gran
inestabilidad afectiva, separaciones, convulsiones y divorcios, acompañadas de
problemáticas orgánicas que van desde las enfermedades nerviosas de piel hasta
patologías cardíacas.
El siguiente estadio
corresponde a lo que he denominado “El Gobernante”, o Rey Arturo
Se trata aquí de
administrar, de la mejor manera posible, lo adquirido por el Héroe y, este
estadio puede ser transitado solo por aquellos que han superado la etapa
anterior, empresa de por si no fácil.
El Gobernante o Rey
Arturo, tiene en su polaridad positiva las siguientes características:
- Capacidad de sacrificio en aras del bienestar de los que lo rodean
- Se constituye en el brazo ejecutivo de las necesidades de su gente y actúa en beneficio de ellos, preservando lo ya adquirido y defendiéndolo con toda la energía que sea necesaria
- El bienestar de su familia e hijos es imperativo
- Su propio desarrollo personal está en concordancia con el desarrollo de su núcleo y la identidad de intereses es común.
Sin embargo, en su faceta
negativa, encontramos el lado oscuro del Gobernante, es decir “el Tirano”.
Este se caracteriza por:
- Un empleo desmesurado del poder en sus mas variadas formas, destinado a castrar e impedir el crecimiento de su núcleo familiar a cualquier precio
- Este manejo a menudo se manifiesta en actitudes extemporáneas con el manejo del dinero
- Existe una instrumentación de un marco despótico, cerrado y dogmático, creado en aras de la consecución del poder
- El dogmatismo, a menudo alcanza a crear un marco de creencias familiares, que deben ser adoptadas por todos los integrantes, so pena de innumerables castigos físicos y psíquicos
- La libertad de pensamiento es válida solo si este pensamiento está acorde con el del tirano.
A pesar de que este arquetipo es muy fácil de ver en órdenes
sociales más complejos, es también relativamente fácil su observación en núcleos
familiares, en especial entre los hijos que, necesariamente deben establecer
una rebelión contra el padre y se encuentran con una especia de muro de granito
insensible a los requerimientos. La imagen alegórica se corrobora con la
mitológica de “Cronos devorando a sus hijos “y tiene muchos puntos en común con
el arquetipo del pater terribilis (padre terrible) junguiano.
El siguiente estadio es el del Sabio.
Este estadio conjuga las características del denominado por Jung
“Anciano Sabio”, al mismo tiempo que tiene mucho de los arquetipo post
junguiano del Bufón, del Mártir y, en especial, del Mago.
En su polaridad positiva encontramos:
· Asunción y reconocimiento
del paso del tiempo y la finitud de la vida
· Capacidad inagotable de
brindar, apoyo, guía y consejo a todos aquellos que lo solicitan
· La sabiduría que da el
paso de los años bien vividos en aras del cumplimiento de sólidos conceptos
ético-normativos
· Solidez, estabilidad y
comprensión aún en la observación de los errores de los otros y los propios.
· Capacidad de perdonar y
amar
· El conocimiento de todo
aquello que nos plantea interrogantes, aún los de tipo iniciático o metafísico.
No obstante, su polaridad
negativa, que he denominado “Nigromante” muestra:
· Instrumentación de los
conocimientos adquiridos para la obtención de sus propios fines
· Mala utilización de la
investidura otorgada como representante de algún poder relacionado con:
lo patriarcal, lo espiritual, lo político, lo moral o lo económico.
· Manipulación, en base a
sus conocimientos de todos los medios a su alcance para perpetuarse en la
situación de poder indefinidamente.
Las instituciones como
los partidos políticos, Las distintas confesiones por un lado y La
ciencias en general, son propensas al surgimiento del arquetipo del Mago.
En consecuencia, son
proclives también a la detección de su contratara oscura.
Esta suele aparecer bajo
los rasgos mesiánicos y ejercer un falso liderazgo del cual, posteriormente es
muy dificultosa la salida y no exenta de finales abruptos y difíciles.
El último estadio del
Ánimus consignado en el presente trabajo es el del Amante
En éste arquetipo, queda bien
clara la completad que debe alcanzar el Ánimus en su unión (Zizigia) con su
opuesto complementario: el Ánima, para constituir así una unión indisoluble,
que se asemeja simbólicamente a la “Union Mistica” alquímica.
Aquí queda demostrado el
axioma que nos dice que todo gran hombre es entendido a través de una gran
mujer.
Este estadio redefine la
dimensionalidad del Ánimus, dándole un sentido.
Podríamos acaso
preguntarnos ¿Que hubiera sido de Dalí sin Gala...De Tristán sin Isolda o
de Lennon sin Yoko?
La completad del trabajo
del Ánimus está entonces determinada por la aproximación al Ánima y, todo lo
que realiza éste es realizado precisamente para acercarlo a tal fin.
En su aspecto positivo
sin duda encontraremos:
- La completad y la plenitud del verdadero sentido de la vida
- Este sentido se constituye en u fin en si mismo fuera del cual nada es realmente importante
- La capacidad de sacrificio por el otro sin el pedido de retribuciones morales o materiales
- El verdadero desprendimiento o renunciación a toda finalidad egoísta o mezquina en aras del Amor en el sentido más grande.
Este último estadio
alcanza la perfección que es factible pedir del Ánimus y se constituye en una
última etapa a menudo ideal e imposible como tal de transitar.
Por último añadiré,
que estos estadios a menudo presentan tipos mixtos, compuestos por la
unión de grupos o potencialidades de algunos de ellos que abren la posibilidad
a una clasificación tipológica y nuevas investigaciones apoyadas desde la
clínica analítica y la simbología artística fundamentalmente.
Los estadios en su fase
más pura no son de ninguna manera inexistentes, pero por lo general se observan
momentos transicionales o lo que ha dado en llamarse en Psicología Analítica
“Constelaciones arquetipales”, es decir grupos o uniones de distintos
arquetipos que se resimbolizan constantemente y recombinan en uno novedoso como
en un imaginario caleidoscopio que, ofrece una inagotable posibilidad de
creatividad y plasmación para el artista.