Marie-Louise
von Franz
CAPÍTULO 2. - DESCRIPCIÓN PRÁCTICA DE LA CUARTA FUNCIÓN
La Intuición
Inferior del Tipo Sensación Extravertido
Este es el
final de mi reseña general sobre el problema de la función inferior. El próximo
paso será dar a ustedes una corta descripción de la traza que tiene en cada
tipo la función inferior en la vida práctica, de suerte que usted pueda
relacionarla con la experiencia en su propia vida. Me gustaría empezar con la
intuición del tipo sensación extravertido. No voy a describir el tipo sensación
extravertido sino solo cómo la intuición inferior opera en dicho tipo. Me
concentraré en el tema de lo que su intuición inferior hará en su caso y
examinaré detenidamente los ocho tipos posibles de este modo. Sin embargo no
puedo evitar en primer lugar darle un breve esbozo del tipo en general y luego
cambiaré a lo que hace la función inferior en esta disposición.
El tipo
sensación extravertido está representado en alguien en quien el talento y la
función especializada es percibir y relacionarse con los objetos externos de un
modo concreto y práctico. Dichas personas observan cada cosa, olfatean todo y
al entrar a un cuarto saben prácticamente de manera inmediata cuántas personas
están presentes. Usted siempre puede preguntarles si la señora fulana de tal
estaba allí y que llevaba puesto. Si usted hace tal pregunta a un intuitivo, el
diría que no lo había notado y que no tenía idea, ¿y qué tenía ella puesto? ¡Es
asombroso que la gente normalmente no vea! El tipo sensación es, relativamente,
un maestro del pasado para notar tales cosas. Existe la famosa historia de un
profesor de jurisprudencia quien intentó demostrar a sus estudiantes la falta
de fiabilidad de los testimonios. Él hizo que dos personas entraran al salón de
clases de la universidad e intercambiaran unas pocas frases, después de lo cual
comienzan a pelear entre sí. Él las detiene y luego dice “ahora, damas y
caballeros, por favor escriban exactamente lo que ustedes atestiguaron”. Luego
resultó que toda la riña había sido preparada, de manera que el profesor tenía
un registro exacto de lo que se había dicho. Pero prácticamente nadie fue capaz
de dar cuenta exacta y objetiva de lo que había sucedido. Todos ellos perdieron
algunos puntos. Basado en este incidente preparado, el profesor trató de
demostrar a sus estudiantes que ellos no debían confiar demasiado en la
atestiguación ocular. Esta historia ilustra la enorme relatividad individual de
la sensación: algunos son más y otros menos talentosos para ella. Yo diría que
el tipo sensación extravertido puntuaría lo más alto en este campo y
probablemente perdería menos puntos y daría relativamente la mejor cuenta de la
escena, mientras que el intuitivo introvertido probablemente solo recordaría
unas pocas frases y habría visto trompetazos intercambiados, pero no sabría
quien lo comenzó todo ni nada más.
El tipo
sensación extravertido es el mejor aparato fotográfico, por decirlo así. El
puede, rápida y objetivamente, relatar hechos externos, razón por la cual usted
encuentra este tipo entre los buenos montañeses, ingenieros, gente de negocios,
etc., todos los cuales tienen una amplia y precisa consciencia de la realidad
externa en todas sus diferenciaciones. Este tipo reparará sobre la textura de
las cosas –sea seda o paño- pues él tendrá el tacto para lo material; en este
caso el buen gusto estético por lo general está presente también. Jung dice que
tales personas muy frecuentemente dan una impresión externa de ser bastante
desalmados. Ustedes todos pueden haber conocido a dichos tipos de ingenieros
desalmados, donde uno tiene la sensación de que el hombre está absolutamente
dedicado a las máquinas y sus grasas y así sucesivamente y ve todo desde ese
ángulo. Él no produce sentimientos y no parece pensar mucho tampoco, y la
intuición está completamente ausente, pues eso para él es precisamente solo el
reino de la loca fantasía. El tipo sensación extravertido llama a todo lo que
se aproxima a la intuición fantasía demente, completa imaginación idiota y algo
que no tiene nada que ver con la realidad. Él puede incluso no gustar de la
reflexión, pues si él es muy unilateral, llamará a eso siempre entrar en lo
abstracto en vez de marchar con los hechos.
Yo tuve dicho
tipo sensación extravertido como profesor en ciencias naturales. Usted nunca
podía preguntarle una cuestión teórica general, pues él llamaría a eso huir en
el pensamiento abstracto, y diría que uno debe adherirse estrictamente a los
hechos –mire el gusano y vea como luce y luego dibújelo, o mire en el
microscopio y describa lo que usted ve allí. Eso es ciencia natural y todo el
resto es fantasía, teoría y tonterías. Él era muy bueno para explicar cómo las
fábricas elaboran ciertos productos químicos, y yo todavía sé el proceso
Haber-Bosch de memoria, pues él me lo martilló, pero cuando llegó a la teoría
general de la inter-relación de los elementos etc., no nos enseñó mucho. Dijo
que eso era aún incierto en la ciencia y que era una teoría que cambiaba cada
año y estaba en constante evolución. Así, él pasó por alto ese aspecto del trabajo.
Todo lo que puede haber sido un presentimiento o una conjetura, o todo lo
intuitivo, aparece en un tipo donde la sensación está diferenciada, de una
manera desagradable. Es decir, si este hombre tuviera intuiciones siquiera un
poco, ellas serían de una clase sospechosa o grotesca. Por ejemplo, una vez en
una forma bastante asombrosa se aventuró en la grafología, y un día yo le llevé
una carta escrita por mi madre excusándome por no haber podido venir al curso
porque había tenido gripa. Él miró el escrito y dijo, “¿tu madre escribió eso?”
Yo dije que sí, y él dijo, “¡Pobre niña!” ¡Solo infirió lo negativo! Él era
así. Él lograba encajes sospechosos de sus colegas y los niños en su clase.
Usted podía ver que él tenía alguna especie de intuición obscura de algo
sombrío, pues su intuición, siendo inferior, era como un perro sollozando en
los tarros de basura y lugares así –él estaba interesado solo en la ropa sucia.
Esta clase inferior de intuición era muchas veces correcta, ¡pero algunas veces
completamente equivocada! Algunas veces él solo tenía ideas de persecución
–sospechas oscuras sin ningún fundamento. Un tipo que es tan seguro y exacto
sobre el nivel factual puede de repente volverse melancólico, tener
premoniciones sospechosas, ideas de posibilidades oscuras, y no se sabe cómo
repentinamente éstas se descubren. Es decir cómo la intuición inferior apareció
en su caso. Ahora bien, ya que él era un tipo sensación extravertido, sus
intuiciones estaban más en un nivel introvertido. Esa advertencia, “pobre
niña,” estaba por casualidad vuelta hacia un objeto externo, es decir hacia mí
y el manuscrito de mi madre, pero normalmente, en el caso del tipo sensación
extravertido, la intuición inferior gira alrededor de la posición subjetiva del
tipo sensación, muy frecuentemente en oscuros sentimientos o corazonadas o
premoniciones acerca de enfermedades que él podría obtener u otras desdichas
que podrían sucederle. Eso quiere decir que la intuición inferior es, en
general, egocéntrica, está vuelta hacia el sujeto pero con una cualidad
egocéntrica en ella, y a menudo tiene esta clase de actitud negativa,
despreciativa. Si usted logra sutilmente que dichas personas se emborrachen, o
si están muy cansados, o si los conoce íntimamente de suerte que revelen su
otro lado, si ellos producen intuiciones, pueden producir las más asombrosas,
misteriosas y pavorosas historias de fantasmas.
Yo conocí a una
mujer quien era una de los más grandes montañistas en Suiza. Ella era
evidentemente un tipo sensación extravertido y solo consideraba los hechos
concretos y todo era debido a causas naturales, por supuesto. Ella podía
ascender sola las cuatro mil montañas, no solo en Suiza sino en todo el rango
de los Alpes –los franceses, los de Savoya, y los Alpes austriacos también. Pero
después en las noches oscuras en la cabaña, con una buena chimenea ardiendo,
ella se cambiaba y le contaba las más pavorosas y horribles historias de
fantasmas del tipo que usted normalmente oiría entre los pastores y campesinos.
Era completamente maravilloso ver esta primitiva y asombrosa fantasía salir de
ella. A la mañana siguiente cuando ella se ponía sus botas, reía a carcajadas
de todo y decía que ¡eran todas tonterías! Pues entonces, de manera instantánea
ella se devolvía abruptamente a su función superior y se reía de lo que había
dicho la noche anterior. Lo mismo era cierto para el hombre que mencioné antes,
pues en las excursiones escolares él de repente se desviaba al otro lado y te
contaba los eventos fantásticos y extraordinarios que aparentemente había
experimentado. Siempre es una especie de experiencia personal, un evento
personal, dirigido a la persona misma, lo cual demuestra la introversión de la
intuición; lo que dicha persona intuye en dicha situación es parte de su
problema y situación personal.
Otro aspecto de
la intuición inferior en un tipo sensación extravertido es una repentina
atracción por la antroposofía, la teosofía o algún otro coctel de la metafísica
oriental, por lo general de un carácter más bien poco realista y metafísico. De
repente ingenieros muy realistas y gente que usted pensaría son las personas
que más improbablemente se unirían a un movimiento tal y con una mente
completamente acrítica llegan a perderse completamente en él. Esto se debe a
que su intuición inferior tiene dicho carácter arcaico. En sus escritorios,
para su gran asombro usted encontrará escritos místicos, pero de una calidad
más bien de segunda clase. Si usted les pregunta si ellos escribieron eso,
dirán que son solo tonterías pero que eso les ayuda para dormir –es decir
¡cuando la función principal aún niega a la función inferior! Si, por ejemplo,
usted le pregunta a los antroposofistas en Dornach quiénes abastecieron el
dinero para sus edificios, encontrará que éste vino precisamente de tales
personas tipo sensación extravertido. En conjunto, usted puede decir que la
nación americana, por ejemplo, tiene una gran cantidad de tipos sensación
extravertidos, es por eso que, por otra parte, dichos movimientos extraños
prosperan especialmente bien en los Estados Unidos, en más alto grado que en
Suiza, por ejemplo. En la ciudad de Los Ángeles usted puede encontrar
prácticamente toda clase de secta fantástica, y le son contadas una multitud de
historias irreales de carácter bastante dudoso.
Yo recuerdo una
vez que analicé dicho tipo, y durante el día, en medio de otra hora,
repentinamente recibí una llamada telefónica de él. El hombre estaba sollozando
al otro lado del teléfono y dijo que estaba agobiado: “¡ocurrió –no puedo
contarle, estoy en peligro!”. Ahora bien, esta no era una persona histérica, y
no tenía una psicosis latente ni nada por el estilo, por consiguiente usted
nunca esperaría de él que se comportara de este modo. Yo estaba absolutamente
asombrada y le pregunté si sería capaz de ir a la estación y comprar un tiquete
para venir a Zúrich –él vivía en otro pueblo de Suiza. Él dijo que pensaba que
podía arreglárselas, entonces le dije que viniera. En el momento en que llegó,
él se había devuelto abruptamente a su sensación superior y me trajo una canasta
de cerezas, las cuales comimos juntos alegremente. Yo dije: “¿Y ahora qué?”.
Sin embargo ¡él no podía siquiera contarme! Porque al llegar a la estación y
comprar las cerezas, había regresado al nivel superior de nuevo. Él había sido
atacado durante un minuto desde el otro nivel, y la única cosa que yo saqué de
él fue cuando dijo: “¡Por un minuto supe lo que era Dios! ¡Es como si yo
hubiera comprendido a Dios! Y ello me sacudió tanto que pensé que enloquecería,
y ahora se ha ido de nuevo. Yo lo recuerdo, pero ya no puedo transmitirlo y ya
no estoy más en ello.” Allí, por la vía de la función inferior, la intuición,
él de repente tuvo todo el inconsciente colectivo y el Sí Mismo, y todo. Por un
minuto –como un destello de luz- todo emergió y sacudió completamente la parte
superior de su personalidad, pero él no pudo contenerlo. Ese era el primer
comienzo del advenimiento de la intuición inferior, lo cual demuestra tanto su
aspecto tremendamente creativo y positivo, como el peligroso. La intuición
tiene esa cualidad de conducir una cantidad formidable de contenidos
significativos de manera simultánea. Usted ve todo el acontecimiento en un
minuto, en un segundo, y eso había surgido por un minuto –y luego se fue de
nuevo. Allí estaba él, mascando enérgicamente cerezas, de vuelta en su mundo de
la sensación extravertida bastante insípido, ordinario. Ese sería un ejemplo de
la primera aparición auténtica de la intuición inferior en dicho tipo.
Entonces viene
el gran peligro de lo que yo llamo el dominio de la función superior sobre la
inferior. Yo conocí a un tipo sensación extravertido, un muy eficiente
constructor y buen negociante –un advenedizo- quien había hecho una enorme
cantidad de dinero. Él era muy práctico pero construía casas horribles. Solo
los artefactos dentro de ellas eran perfectos, por lo cual a la gente le
gustaba vivir allí, incluso desde un punto de vista artístico las casas eran
horribles. Él era un buen esquiador, vestía muy bien, admiraba las mujeres, y
tenía la clase de sensualidad refinada de la cual puede disponer un tipo
sensación extravertido, con buen gusto por la comida, etc. Este hombre cayó en
manos de una intuitiva mujer veinte años mayor que él. Ella era una salvaje,
una figura materna fantástica y enormemente gorda, la cual en su caso
representaba falta de disciplina; los tipos intuitivos introvertidos son, con
frecuencia, terriblemente inmoderados, excesivos en sus límites razonables
tanto físicamente como psíquicamente, lo cual tiene que ver con su sensación
inferior. Esta mujer vivía sólo en sus fantasías y era en absoluto incapaz de
mantenerse a sí misma financieramente, por lo cual era la unión típica donde el
hombre proveía el dinero y cuidaba el aspecto práctico de la vida y la mujer
todo el aspecto de la fantasía. Una vez fui a esquiar con él, ¡pero nunca más!
–¡me pudrí de aburrimiento! La única cosa acerca de la cual él podía hablar de
un modo interesante era sus negocios, pero él no hablaba de eso a las mujeres,
y de otro modo él no tenía nada que decir excepto ¡que el sol era agradable y
la comida no era mala! Para mi gran sorpresa, este hombre me invitó a los
antropósofos en Dornach para ver una obra. El teatro llamado el Goetheanun era
su otra madre “espiritual” y guardaba una gran atracción por éste. Él estaba
absolutamente agarrado por la obra, tan conmovido que estaba completamente
aniquilado. Yo lo observaba de vez en cuando y me preguntaba qué le pasaba a
este hombre, pues estaba absolutamente arrobado. Después yo no tuve tacto
suficiente para decir que la obra era demasiado elevada para mí y que ¡lo que
yo estaba anhelando era un buen bistec! Él estaba escandalizado fuera de sí
¡por mi materialismo! yo solo tenía 18 años en ese momento pero sería más
prudente después de esto para no hacer tales observaciones. Sin embargo así era
como este tipo de intuición inferior funcionaba. Por una parte era proyectada
sobre esta mujer y por otra parte allí estaba Dornach. Él intentó romper con la
mujer, habiéndose dado cuenta de la relación madre-hijo, y esperaba depositar
su intuición inferior en Dornach en su lugar. Ese fue ciertamente un paso
adelante a fuerza de haberla proyectado sobre una figura materna, pues al menos
era un intento de asimilarla en un nivel interior, razón por la cual mi
observación fue tan especialmente falta de tacto. Cómo resultó el intento no
tengo idea, pues perdí contacto con él, pero uno nunca debe hacer observaciones
despreciativas o dolorosas si la gente se manifiesta con su función inferior.
Otro ejemplo de
la intuición inferior introvertida, pero ahora realmente inferior, ilustra la
forma repugnante y el abismo desesperado al cual la función inferior puede
conducir. Recientemente, en una publicación de ciencia ficción estadounidense,
leí la historia de un hombre que inventó un aparato con el que las personas
podían ser desmaterializadas y luego re-materializadas. Con él, el operador
podía estar en un lugar y podía enviar ondas electrónicas a través del espacio
las cuales re-materializarían a las personas en el otro extremo. El podía, por
ejemplo, estar en Zúrich y luego materializarse en New York. Por medio de tal
aparato sería posible prescindir de los aeroplanos, máquinas y similares.
Primero él experimentó con ceniceros, pero eso no funcionó, y luego más tarde
con una mosca; unos pocos errores ocurrieron al comienzo, pero después del
ajuste de unos alambres pareció funcionar con la mosca. En caso de que algo
saliera mal, él decidió que sería la primera víctima, entonces se metió dentro
del aparato. Desafortunadamente, el experimento se atascó en el camino y él
salió por el otro extremo ¡con una enorme cabeza de mosca! El trató de
contactar a su esposa y, cubriendo su cabeza con una prenda de modo que ella no
pudiera verla, le dijo que ella debía tratar de liberarlo, y le dio varias
instrucciones, pero nada funcionó. Finalmente, en la desesperación, él le pidió
que lo matara, sin benevolencia con él, lo cual ella hizo. Después la historia
solo se convierte en una del tipo criminal usual. Cuando él está muerto y
enterrado, la mujer enloquece y es internada en un asilo, pero luego se halla a
la mosca, de suerte que todo podría haber salido bien después de todo, pero es
demasiado tarde. El proceso, sin compasión, ha metido a la mosca en una caja de
fósforos, la cual se deposita sentimentalmente en la tumba, y una inscripción
reza que el fallecido era “un héroe y una víctima de la ciencia”. Yo le he
ahorrado a usted la mayoría de los detalles repugnantes y perversos de la
historia, los cuales son expuestos con gran placer.
Allí usted ve
cómo la intuición inferior toma forma en un tipo sensación. Ya que la historia
es escrita por un tipo sensación, se enmascara como sensación completamente
práctica. La mosca representaría la intuición inferior que se mezcla con la
personalidad consciente. Una mosca es un insecto diabólico. En general, las
moscas representan fantasías involuntarias y pensamientos que lo fastidian a
uno y zumban alrededor de nuestra cabeza, y que no puede uno ahuyentar o
disipar. Aquí, este hombre se encuentra atrapado y victimizado por una idea que
envuelve incluso asesinato y demencia, ya que él induce a su esposa a
asesinarlo. Para salvar su vida ella es internada en un manicomio donde pasa su
tiempo tratando de atrapar moscas, esperando encontrar lo único que podría ser
una parte de su esposo. Al final de la historia el comisionado de policía habla
con el autor y dice que la mujer, después de todo, estaba simplemente loca, y
se nota que él representaba el sentido común colectivo –el veredicto finalmente
adoptado por el escritor, que dice que todo esto es solo demencia.
Si en vez de
proyectar además, el escritor hubiera establecido la continuidad de su función
inferior en su consciencia, y la hubiera liberado de su sensación extravertida,
entonces habría salido a la luz una historia realmente pura y limpia. En las
fantasías auténticas, tales como las de Edgar Allan Poe y el poeta Gustav
Meyrinck, la intuición se establece por derecho propio, pues estas fantasías
son altamente simbólicas y pueden interpretarse de un modo consistente. Pero un
tipo sensación siempre quiere concretizar sus intuiciones de algún modo.
La Intuición
Inferior del Tipo Sensación Introvertida
Primero debo
discutir la función principal del tipo sensación introvertida. Hace muchos
años, en el Club de Psicología, tuvimos una reunión en la que a los miembros se
les solicitó describir su tipo en sus propias palabras, en lugar de solo citar
el libro de Jung sobre los tipos psicológicos. Los miembros fueron para
describir cómo experimentaban ellos su propia función superior, y yo nunca he
olvidado un excelente artículo que Emma Jung cedió, pues fue solo después de
escucharlo que yo sentí que entonces entendía el tipo sensación introvertida
mejor que como lo había entendido antes. Describiéndose a sí misma, ella decía
que el tipo sensación introvertida es como una placa fotográfica sumamente
sensibilizada. Cuando alguien entra al cuarto, dicho tipo nota el modo como la
persona entra, el pelo, la expresión de la cara, la ropa, y el modo como la
persona camina. Todo esto obra un impacto tremendo y muy preciso sobre el tipo
sensación introvertida, quien está tan altamente sensibilizado que todo detalle
es absorbido. La impresión llega desde el objeto al sujeto, es como si una
piedra cayera en el agua profunda: la impresión cae cada vez más profundo y se
hunde. Exteriormente, el tipo sensación introvertida parece absolutamente
estúpido. Él solo se sienta y mira fijamente, y usted no sabe qué está pasando
dentro de él, pues él luce como un pedazo de madera sin reacción en absoluto –a
menos que reaccione con una de las funciones auxiliares, pensamiento o
sentimiento; pero internamente la impresión está siendo absorbida.
El tipo
sensación introvertida por tanto da la impresión de ser muy lento, lo cual no
es el caso; es solo que las rápidas reacciones interiores continúan debajo y la
reacción externa entra de modo retardado. Estas son las personas que, si
dijeron una broma en la mañana, probablemente reirán de ella a la medianoche.
El tipo es a menudo juzgado mal y malentendido por los otros a su alrededor
porque uno no se da cuenta de lo que pasa en el interior. Si dicho tipo puede
expresar sus impresiones fotográficas en forma artística, entonces ellas se
pueden reproducir en pinturas o en escritos. Yo tengo la fuerte sospecha de que
Thomas Mann era un tipo sensación introvertida. Él puede describir
maravillosamente cada detalle y dar toda la atmósfera de un cuarto o una
personalidad, como por ejemplo, en La Montaña Mágica.
La intuición
inferior de este tipo introvertido es, en cierto modo, similar a la del tipo
sensación extravertida, pues también tiene una muy misteriosa, pavorosa y
fantástica vida interior, sin embargo está más interesado en el impersonal
mundo externo colectivo. Con el constructor yo mencioné, por ejemplo, que usted
puede ver que él es un tipo sensación extravertida. Él recoge intuiciones que
le interesan a él mismo. En su sensación extravertida él está interesado en el
mundo externo colectivo–en el constructor de caminos, o el constructor de
grandes casas, pero su intuición se aplica a sí mismo y se mezcla con sus
problemas personales. Con el tipo sensación introvertida, el movimiento desde
los objetos viene hacia él. Las novelas de Thomas Mann tienen un carácter muy
subjetivo, mientras que su intuición está interesada en los eventos que tienen
lugar en el fondo –él recoge las posibilidades y el futuro del mundo externo.
He visto
precisamente en el material de un tipo sensación introvertida lo que yo
llamaría material muy profético –fantasías arquetípicas que principalmente
representan no solo los problemas del soñante sino también aquellos de su
tiempo. La asimilación de estas fantasías es muy difícil porque existe la misma
dificultad que con el tipo sensación extravertida, a saber que la sensación es
una función con la que nosotros comprendemos el aquí y ahora. El aspecto
negativo de la sensación es que el tipo se atasca en la realidad. Como Jung
escribió una vez: para ellos el futuro no existe, las posibilidades futuras no
existen, ellos están en el aquí y ahora, y existe una cortina de hierro delante
de ellos. Ellos se comportan en la vida como si ésta siempre fuera a ser lo
mismo que es ahora; son incapaces de concebir que las cosas puedan cambiar. La
desventaja del tipo es que cuando sus tremendas fantasías interiores fluyen, la
persona tiene gran dificultad para asimilarlas a causa de la exactitud y la
lentitud de la función consciente. Si dicho tipo está dispuesto de manera
absoluta a tomar su intuición seriamente, se inclinará a intentar registrarla
con esmero. Pero ¿cómo puede usted hacer eso? La intuición llega como un
relámpago, y ¡si usted intenta registrarla, se aleja! Entonces él no sabe cómo
tratar el problema y atraviesa zozobras porque la única forma en la cual la
función inferior puede ser asimilada es liberando el dominio de la función
superior.
Yo conocí una
mujer tipo sensación introvertida quien por muchos años había pintado los
contenidos de su inconsciente de manera muy precisa. Le tomaba cerca de tres
semanas completar una pintura. Las pinturas eran absolutamente bellas y
logradas en cada detalle, pero, como le oí decir después, ella no pintaba ya
los contenidos de su inconsciente como éstos venían, sino corregidos, mejorados
y refinados. Ella decía: “yo naturalmente los mejoraba en forma estética”.
Lentamente la necesidad de asimilar la función inferior se volvió imperativa, y
sus sueños le habían dicho que ella debía producir sus pinturas y tomar los
colores exactamente como eran, no obstante toscos, y simplemente ponerlos sobre
papel rápidamente. Cuando yo traduje el mensaje de sus sueños de este modo,
ella entró en pánico y dijo que no podía, que era imposible. Haberle puesto las
cosas así fue como noquearla; ella no podía hacerlo pero continúo pintando en
su forma usual. Las pinturas Zen japonesas pueden dar la esencia de una imagen
del interior, lo cual sería lo opuesto del trabajo de esta mujer. Ella no
lograba la exactitud desde el interior y no podía hacer lo que sus sueños
indicaban, y tenía una tremenda batalla, pues no podía desistir de la función
superior y el detalle exacto. En este caso, ella cada vez más extraviaba a la
llegada de la intuición inferior pues no podía registrarla cuando y como ésta
llegaba.
Así es como
luce la lucha entre la función superior e inferior en el tipo sensación
introvertida. Si usted intenta forzarlos para asimilar la intuición demasiado
rápidamente, ellos tienen síntomas de vértigo o mareo. Es un poco como estar en
el mar o en un aeroplano; ellos se sienten arrebatados del sólido piso de la
realidad, y ya que están tan pegados allí, tienen síntomas reales de vértigo o
mareo, o se vuelven frívolos desde una base puramente psicológica. Yo conocí un
tipo sensación introvertida que tenía que ir a la cama para hacer imaginación
activa, pues de otro modo se sentía exactamente como si estuviera en un bote y
se mareaba. Ella sentía como si el piso sólido estuviera disolviéndose bajo sus
pies. Naturalmente, si usted no es ese tipo, usted está más bien divertido,
pero de nuevo aquí existe la posibilidad de que la función superior se apodere
de la inferior. Un maravilloso ejemplo es el pintor Suizo Heinrich Füssli,
quien se volvió famoso en el último siglo y fue a la corte Inglesa. Él era
obviamente un tipo sensación extravertida, y su función inferior surgió en los
temas más fantásticos. El pintó un maravilloso cuadro del Sueño de Una Noche de
Verano de Shakespeare –este luminoso y fantástico cuento de hadas. El tema lo
atrajo porque era completamente fantástico, pero en vez de pintarlo como había
llegado desde el interior, hizo un pequeño estudio de éste y mezcló y pegó su
intuición de una forma muy sensitiva. En el cuadro Titania está despertando y
mirando el asno de quien ella está enamorada y ella ¡solo mira con asombro! Las
hadas y brujas y su amante están todos allí mirándola, es un bello cuadro pero
pintado de un modo clásico, con demasiado detalle de carne y vestimenta, e
incluso con cada cabello pintado sobre la cabeza del asno, por lo cual esa
pintura pierde justamente la atmósfera que debería transmitir, a saber aquella
del mundo del sueño. Entonces, en cierto modo, falla completamente, y Füssli, a
pesar de sus talentos, nunca se convierte en un pintor realmente famoso. El
cuadro muestra cómo él arruinó sus propias oportunidades por no desistir de su
función superior. Él debía haber pintado rápidamente con toda la vaguedad del
mundo de los sueños, pero en lugar de ello cayó en su función superior e hizo
un cuadro, poniendo las uñas de los pies de cada figura y así sucesivamente,
por lo que la pintura se volvió fría y perdió su carácter dinámico.
Ya que la
función superior del tipo sensación introvertida es introvertida, su intuición
es extravertida y por tanto está generalmente impulsada hacia afuera por los
eventos externos. Tal tipo podría, mientras baja por una calle, ver un cristal
en una vitrina, por ejemplo, y su intuición podría inmediatamente captar su
significado simbólico, o todo el diluvio del significado simbólico del cristal
entraría a su mente, pero aquello habría sido impulsado por el evento externo,
ya que su intuición inferior es esencialmente extravertida. Naturalmente, él
tiene las mismas malas características del tipo sensación extravertida pues en
ambos tipos las intuiciones son, muy frecuentemente, de un carácter siniestro,
con oscuras premoniciones –que una guerra atómica pronto estallará, que la
gente a su alrededor morirá de cáncer, y además recogen el chismorreo negativo.
La fantasía material tiende a ser de un carácter siniestro y si no se trabaja
sobre ella, los contenidos proféticos que rompen a través de ella serán
pesimistas y negativos.
Todas las
funciones inferiores escindidas tienen una tendencia a ser compulsivas y a
crear ideas de persecución. Usted encuentra eso además en el tipo pensamiento,
por ejemplo. La función inferior es siempre el vehículo para las ideas de
persecución, por tanto siempre hay que tener cuidado con ella. Si la intuición
se extravía, uno está poseído por fantasías sensuales del tipo más sexual y
ordinario, como una rata resollando alrededor de los basureros. Siempre, cuando
la gente se siente minada y perseguida, es probable que la función inferior
haya pasado a la clandestinidad y esté persiguiendo y socavando a la función
superior, pues aquella es siempre la puerta por la cual tales cosas oscuras
entran. Los intuitivos están enfrascados con toscas fantasías, pues ellos
descuidan la sensación demasiado. Sin embargo cuando los presentimientos o
intuiciones del tipo sensación aparecen, dan este oscuro sentimiento de algo
inminente en alguna parte y están en consecuencia teñidos de temor. No obstante
uno debe ser cuidadoso porque solamente el evento puede demostrar si una
profecía era cierta o no. Las premoniciones de una guerra atómica no pueden ser
expresadas para ser incorrectas y simple intuición inferior; ¡ellas podrían ser
ciertas! Solo retrocediendo en la historia puede usted ver si ellas estaban
equivocadas y si eran solo intuición negativa. Los profetas de la Biblia se
volvieron inmortales solo porque estaban en lo correcto, por tanto ellos fueron
probablemente no tipos sensación sino intuitivos auténticos, con intuiciones
relativamente correctas. En el tipo sensación, la intuición puede ser
absolutamente correcta o equivocada. Yo no puedo decirles con qué frecuencia en
mi vida he estado rodeada de tipos sensación quienes “sabían” que Jung estaba
agonizando o muerto, o que fulano de tal había ido al hospital, o que estaba
desesperanzadamente enfermo, ¡cuando en realidad no había nada semejante!
Lo que es peor
acerca de la intuición negativa es que algunas veces da en el clavo. Jung dice
que la intuición es de cualquier modo una función problemática porque llega
directo a la esencia de la situación. O da en el blanco o se extravía
absolutamente, incluso por fuera de la realidad. En general, cuando la
intuición es la función principal y una de las otras funciones –ya sea el
pensamiento o el sentimiento- ha sido desarrollada, la persona tiene una
intuición que podría acertar en el blanco o salirse totalmente de él, y por
consiguiente retiene. Pero la intuición inferior es primitiva, y o da en el
blanco o se aleja extremadamente de la marca. Y el tipo sensación a veces
sorprende acertando, lo cual solo se puede admirar, o bien con presentimientos
en los que no hay veracidad ¡solo pura invención! El tipo tiene repentinas
intuiciones interiores, y la gran dificultad para él es saber cómo tratar con
ellas, pues pueden ser completos disparates o absolutamente ciertas.
El Sentimiento
Inferior del Tipo Pensamiento Extravertido
Siendo la
personalidad consciente extravertida, intentaré describir la manera en la cual
funciona el sentimiento introvertido inferior. El tipo se encuentra entre
organizadores, personas de oficina y puestos del gobierno, en los negocios, las
leyes –muchos buenos abogados son del tipo pensamiento extravertido- y entre científicos,
cuando ellos son el tipo que organiza investigaciones científicas donde ellos
pueden formar equipos de trabajo. Pueden también compilar útiles enciclopedias.
Ellos escarban el polvo de las viejas bibliotecas y eliminan los factores de
inhibición en la ciencia debidos a la desmaña o la pereza o a una falta de
claridad en el lenguaje, y las confusiones que surgen por tener una
terminología diferente.
El tipo
pensamiento extravertido pone orden tomando una posición definida y diciendo:
“Si nosotros decimos fulano de tal, queremos decir fulano de tal”, o “Si
nosotros queremos decir eso, eso es lo que queremos decir”, y así
sucesivamente. Ellos ponen claridad de orden en el objeto externo, la situación
externa. Es una función racional, y como su dirección es exterior, es una
actividad que tiende a establecer orden lógico. En una reunión de negocios, un
hombre así dirá que se debe llegar a los hechos básicos y ver cómo proceder. Un
abogado que tiene que escuchar todos los informes caóticos de las partes litigantes
es capaz, con su mente superior, de ver cuáles son los conflictos reales y
cuáles los falsos argumentos, y luego concertar una solución satisfactoria para
todas las partes. El tipo tiene una gran facultad de esta manera y es
socialmente creativo. Ellos pueden surcar con la claridad creativa de la mente
y llevar las cosas a un orden aceptable. El énfasis siempre estará sobre el
objeto, no la idea. Dicho abogado no luchará por la idea de la democracia o la
paz doméstica o nada por el estilo. Toda su mente estará absorbida por la
situación objetiva externa. Si se le preguntara acerca de su actitud o ideas
sobre algo, él se sorprendería absolutamente, pues no está interesado en eso y
sería completamente inconsciente de cualquier motivo personal. Por regla
general, si usted las investiga, las motivaciones inconscientes se compondrán
de una pueril e ingenua creencia en la paz, la claridad y la justicia. Si se le
presiona a decir lo que él entiende por “justicia”, estaría “muy desconcertado”
y probablemente lo sacaría de su oficina, debido a que “está demasiado
ocupado”, de modo que el elemento subjetivo se mantiene en el segundo plano de
la personalidad. Él nunca piensa acerca de lo que entiende; él lucha por la
justicia ¡pero nunca considera lo que entiende por justicia! Sus premisas de
altos ideales permanecen en el reino de su función inferior, la cual es el
sentimiento. Para sus ideales él tendrá un extraño vínculo sentimental místico
que no mostrará, y usted tendría que arrinconarlo para averiguar al respecto.
Los vínculos del sentimiento a ciertos ideales o personas están presentes pero
nunca aparecen en las actividades cotidianas. Semejante hombre podría pasar su
vida entera clarificando problemas, reorganizando empresas o en situaciones
donde habría la necesidad de poner las cosas en claro, y solo al final de su
vida él comenzaría a preguntarse tristemente para qué habría vivido realmente.
Y luego cae en su función inferior. Hasta aquí todo ha hecho exigencias de su
función principal; él nunca ha considerado para qué vivió, pues el trasfondo
oscuro ha permanecido sin aclarar.
Una vez hablé
con un hombre de este tipo quien estaba terriblemente sobrecargado de trabajo y
necesitaba unas buenas vacaciones. El me dio un montón buenos consejos,
diciendo que yo debería tener un descanso, y cuando le pregunté por qué no él,
respondió, “¡Dios mío, yo debo ser demasiado solitario y me pondría demasiado
triste!” Dicha persona se preguntará si su trabajo es realmente importante. Él
puede recordar cómo una vez salvó a alguien de ser robado, etc., pero, ¿había
mejorado el mundo? Tales sentimientos habrían aparecido en él y él se había
sentido como cayendo a un abismo. Habría tenido que volver a revisar toda su
evaluación de las cosas. Naturalmente, por consiguiente, él rechazó tomar
ningunas vacaciones –hasta que se cayó y se rompió su cadera y tuvo que
quedarse seis meses en cama- ¡y así es como la naturaleza impone la función
inferior a la gente!
El tipo
pensamiento extravertido tiene, de un modo oculto, una especie de vínculo
sentimental fiel, místico, a los ideales y frecuentemente también a las
personas, sin embargo, este profundo, fuerte y caluroso sentimiento
difícilmente sale alguna vez ya que está totalmente oculto. Recuerdo a un tipo
pensamiento extravertido quien realmente me conmovió cuando una vez reveló sus
sentimientos por su esposa. Su autenticidad, profundidad y cordialidad eran
realmente conmovedoras, pero cuando yo le hablé a su esposa fue deplorable ver
qué poca idea tenía ella sobre eso, porque como un loco extravertido, él pasaba
todo el día en su profesión, remolineando en la vida, y aquellos profundos
sentimientos nunca eran expresados. Si su esposa hubiera estado muriendo de
consunción él no lo habría notado hasta estar en el funeral y ser demasiado
tarde, y ella no se habría dado cuenta de la profundidad de su sentimiento por
ella y que, en un sentido muy profundo, él era muy leal y fiel a ella, pues
todo aquello estaba profundamente escondido y nunca expresado en su vida; se
mantenía adentro y estaba introvertido y no se movía hacia el objeto. Fueron
necesarias bastantes conversaciones para lograr un mejor entendimiento en el
matrimonio y hacer que su esposa se diera cuenta de que su esposo realmente la
amaba. El estaba tan terriblemente ocupado con el mundo externo y sus
sentimientos estaban tan ocultos sin ser expresados ni aceptados en su vida,
que su esposa no lo notaba, aunque aquellos realmente jugaban un tremendo papel
escondido dentro de él.
Recuerdo el
sueño de la transferencia próxima de un tipo pensamiento extravertido. El soñó
que mientras venía hacia mí (era extranjero), un viejo cochero con un viejo
carruaje y cuatro caballos también habían dejado el pueblo donde él vivía y se
dirigía lentamente a Zúrich, pero no había llegado aún. Este hombre había
venido al análisis por toda una suerte de razones externas –a aprender acerca
de psicología Junguiana, etc.- pero su sentimiento estaba también en camino,
sin embargo solo había viajado unos pocos kilómetros, y yo lo embromé
preguntándole que ¡cuándo iba a llegar su cochero! Si la gente puede comenzar a
reírse de su función inferior, eso puede ser atenuante porque entonces todo es
veinte veces mejor. Cuando el sentido del humor se establece y usted puede
tomarle el pelo a otra persona, así como ellos pueden burlarse de usted, muchos
conflictos se aclaran, es por eso que mencioné el arquetipo del tonto al
comienzo de este capítulo. Este hombre tenía sentido del humor y era capaz de
reírse de su cochero.
El sentimiento
introvertido, incluso si es la función principal, es muy difícil de entender.
Un muy buen ejemplo es el poeta de Austria Rainer María Rilke, un tipo
sentimiento intuitivo, quien escribió: “Ich liebe dich, was geht´s dich an?
(“¡Yo te amo, pero no es asunto tuyo!”) ¡Esto es solo el amor por el amor! El
sentimiento es muy fuerte pero no fluye hacia el objeto; es más bien como estar
en un estado de amor dentro de uno mismo. Naturalmente, esta clase de
sentimiento es mucho más incomprendida, y dichas personas son consideradas como
muy frías. Ellos no son fríos en absoluto, sino que el sentimiento está todo
dentro de ellos. Por otra parte, ellos tienen una muy fuerte influencia oculta
en el medio social, pues tienen modos internos muy secretos y fuertes de
establecer los valores. Por ejemplo, dicho tipo sentimiento puede no expresar
nunca sus sentimientos pero se comporta como si él pensara que una cosa es
valiosa y otra no, lo cual ejerce cierto impacto sobre las otras personas.
Cuando el sentimiento es inferior, está incluso más escondido y es más
absoluto. El abogado que describí tenía su idea de la justicia, la cual tendría
un muy sugestivo efecto sobre otras personas; es decir, el sentimiento
escondido en lo más recóndito de su mente de lo que él considera que es la
justicia inconscientemente influenciaría a las demás personas en la misma
dirección sin que él lo hubiera notado. Se impondría no solo a su propio
destino sino al de otros, de manera invisible, pero a través de su actividad.
El oculto sentimiento introvertido del tipo pensamiento establece fuertes
fidelidades invisibles. Tales personas están entre los más fieles de todos mis
amigos, incluso aunque tan solo puedan escribir en navidad, y no haya otro
contacto en absoluto. Yo se que ellos están absolutamente seguros de su sentimiento,
pero uno tiene que moverse hacia él para lograr saber de su existencia.
Exteriormente,
el tipo pensamiento extravertido no da la impresión de tener un sentimiento
fuerte. En un político, su sentimiento inferior podría inconscientemente
manifestarse en un profundo arraigo y una inmutable fidelidad a su ciudad y le
parecería que es completamente evidente –sin embargo éste podría hacerlo
arrojar la bomba atómica o cometer algún otro acto destructivo. El inconsciente
y no desarrollado sentimiento puede ser bárbaro y absoluto, y por consiguiente
el fanatismo destructivo oculto algunas veces prorrumpe en forma repentina en
el tipo pensamiento extravertido y, si no es confrontado, puede ser muy
destructivo y manifestarse en una acción fanática súbita. Estas personas son
incapaces de ver que, incluso de una norma de sentimiento, otras personas
podrían tener otro valor, pues ellos no cuestionan los valores internos que
defienden. Cuando ellos definitivamente sienten que algo es correcto, son
incapaces de mostrar su punto de vista sensible, pero nunca dudan de sus
propios valores internos.
En ese punto el
sentimiento inferior es diferente de la intuición inferior. La intuición es una
función irracional que comprende los hechos, las posibilidades futuras y las posibilidades
de evolución, pero no es una función del juicio. La intuición inferior podría
tener presentimientos acerca de la guerra, o enfermedades de otras personas,
las cuales podrían o no suceder, o de cambios arquetípicos en el inconsciente
colectivo. La intuición introvertida tiene repentinos presentimientos acerca de
la lenta transformación del inconsciente colectivo en el fluir del tiempo. Cada
época tiene cierta atmósfera acerca de ello. Por ejemplo, en el arte o la
literatura, hay repentinas rupturas con los temas antiguos, y la intuición
introvertida tiene un sentimiento para ellos. Un escritor alemán llamado Bruno
Goetz escribió un libro acerca del Tercer Imperio, significando con ello un
Reino de Dios en el cual el paganismo y el cristianismo estarían mezclados. Él
lo escribió mucho antes de que los Nazis llegaran al poder. Los Nazis
intentaron apoyarse en él y hacerlo escribir para ellos, pero él
terminantemente se rehusó. Él incluso predijo en este libro mucho de lo que los
Nazis realmente hicieron, incluso al punto de describir bandas de personas
jóvenes entre los 18 y 20 años que devastaron todo. Las escenas que él
describió surgieron prácticamente en detalle después en la Alemania Nazi, pero
en ese momento que él escribió el libro no había nada de esa clase; era aún el
momento de la República Socialista de Weimar, pero la intuición introvertida de
Goetz simplemente supo dónde se estaba moviendo la constelación arquetípica, y
él lo expresó. Sin embargo esto puede también suceder cuando la intuición
introvertida es inferior. Hay repentinos relámpagos de discernimiento en los
procesos fundamentales que surgen y desaparecen de nuevo, pero no hay juicio,
al momento que Goetz describe los hechos sin juzgarlos. Como escritor, él
simplemente los pone delante de usted y usted no sabe si él los aprueba o
desaprueba. Eso es lo que la intuición hace, presenta los hechos, sin
evaluación, pero el sentimiento es bastante diferente. En términos Junguianos,
es una función racional (Latín ratio = orden, cálculo, razón), una función que
establece orden y juzga, diciendo esto es bueno y esto es malo, esto es
agradable y esto desagradable para mí. Entonces el sentimiento inferior de un
tipo pensamiento juzgaría los valores de la gente y los ideales y no solo
presentaría los hechos; esa sería la diferencia.
Por ejemplo, un
tipo sensación extravertida que descuidó o abandonó su intuición en gran parte,
tuvo un sueño recurrente de gente pobre y obreros de carácter desagradable que
irrumpieron en su casa de noche. Él estaba aterrado por este sueño siempre
recurrente y comenzó a girar en su círculo de amigos y en los banquetes
diciendo que no había absolutamente nada que pudiera hacerse, y que él sabía
que los comunistas triunfarían. Ya que él era un político muy capaz, esto tuvo
un mal efecto, pues la gente escuchó lo que él dijo. Esta era una mala y
errónea clase de intuición inferior, basada en la proyección personal. Eso es
un ejemplo de intuición inferior. Pero alguien con sentimiento inferior podría
de repente comenzar un pleito, convencido de que estaba luchando por los
derechos y el bien, pero si alguien más pudiera derribar esta convicción, él le
lanzaría todo el asunto encima, incluyendo el pleito que él mismo había
comenzado. El cambio repentino en su juicio indicaría la repentina intrusión
del sentimiento inferior, y esto lleva a otro punto. Las personas son muy
fácilmente influenciadas cuando se trata de una cuestión de su función
inferior, puesto que como está en el inconsciente, las personas pueden con
facilidad tornarse inseguras, mientras que en el reino de la función superior
ellas por lo general saben cómo actuar cuando son atacadas, pues tienen todas
sus armas listas y son tolerantes y flexibles y se sienten fuertes. Tan pronto
como uno se siente fuerte, se está bastante dispuesto para discutir las cosas o
cambiar la actitud, pero donde uno se siente inferior, uno se vuelve fanático y
sensible y es fácilmente influenciado. La expresión en la cara de un amigo
puede afectar el sentimiento de un tipo pensamiento, porque su sentimiento está
en el inconsciente y por tanto abierto a la influencia. En consecuencia, como
mencioné antes, el tipo pensamiento extravertido puede resultar un amigo muy
fiel pero usted puede repentinamente perderlo debido a que él ha sido envenenado
contra usted y puede soltarlo un día ¡como a una papa caliente y usted no saber
por qué o qué ha pasado! De algún modo, algo venenoso entró en su sistema,
alguien dijo algo, o incluso solo ¡hizo un gesto cuando su nombre fue
mencionado! El sentimiento es inconsciente. Dichos efectos solo pueden ser
curados cuando ellos son admitidos de manera consciente. Si usted se opone, en
términos del pensamiento, respecto a su política en tener el pleito, el tipo
pensamiento extravertido estaría dispuesto a discutirlo y preguntar sus
razones. Él sería accesible y no estaría influenciado de manera errónea,
mientras que en el reino del sentimiento se separaría repentinamente sin razón
y sin saber él mismo bien por qué.
Estos
sentimientos introvertidos ocultos del tipo pensamiento extravertido son a
veces muy infantiles. Después de la muerte de tales personas algunas veces se
encuentran notas en las cuales se han escrito poemas triviales a una mujer
lejana a quien ellos nunca conocieron en sus vidas y en quien es vertida una
gran cantidad de sentimiento místico, y piden ser quemados después de su
muerte. Aquel sentimiento está escondido, es, en cierto modo, la más valiosa
posesión que ellos tienen, pero a pesar de eso es algunas veces
sorprendentemente infantil; no obstante, tiene esta clase de cualidad religiosa
mística interior alrededor. Algunas veces el sentimiento permanece enteramente
con la madre y nunca se manifiesta por fuera de la esfera de la infancia, y se
puede encontrar documentos conmovedores sobre el vínculo con ella. En tales
casos la función del sentimiento introvertido nunca se ha desalojado del lugar
de la infancia.
El Sentimiento
Inferior del Tipo Pensamiento Introvertido
La función
principal de este tipo no intenta tanto establecer orden en el mundo exterior,
sino que se refiere a las ideas. Alguien que dice que uno no debería comenzar
por los hechos sino que debería primero clarificar las propias ideas,
pertenecería al tipo pensamiento introvertido. Su deseo de poner orden en la
vida parte de la idea de que si se es atolondrado desde el principio, nunca se
llegará a ninguna parte. Se debe primero saber qué ideas se desea seguir y de
dónde vienen; usted debe aclarar su propia estupidez escarbando en el fondo de
su pensamiento. Por ejemplo, toda la filosofía se ocupa de los procesos lógicos
de la mente humana, de la construcción de ideas, y así sucesivamente, y este es
el reino donde el pensamiento introvertido está en mayor medida trabajando. En
la ciencia, esas son las personas que, por ejemplo, están perpetuamente
tratando de prevenir a sus colegas de perderse en experimentos y quienes, de
vez en cuando, tratan de volver a los conceptos básicos y preguntarse lo que en
realidad estamos haciendo mentalmente. Esto explica por qué, en la física, hay
en general un profesor de física práctica y otro para la teoría: uno diserta
sobre la construcción de experimentos y el otro sobre las matemáticas y otros
principios y sobre la teoría de la ciencia. En todas las distintas ciencias
existen siempre aquellos que tratan de clarificar las teorías básicas de su
reino científico. El historiador de arte extravertido intentará averiguar
acerca de los hechos y tratará de probar, por ejemplo, que un cierto tipo de
Madonna fue pintado más temprano o más tarde que otro e intentará conectar eso
con la historia y los antecedentes del artista, mientras que el introvertido
podría incluso preguntarse qué derecho tiene uno de juzgar un trabajo de arte.
Él diría que nosotros primero que todo debemos entender lo que queremos decir
por arte pues de lo contrario caeremos en una estupidez. El tipo pensamiento
introvertido siempre vuelve a la idea subjetiva, es decir, al papel que
desempeña el tema en toda la materia.
El sentimiento
del tipo pensamiento introvertido, por lo que se refiere a la actitud, es al
revés para el extravertido, lo cual significa que el tipo pensamiento
introvertido tiene esa misma clase de sentimiento fuerte, fiel y cálido
descrito como típico de los tipos pensamiento extravertido, pero con la
diferencia de que el sentimiento del tipo pensamiento introvertido fluye hacia
objetos definidos. Mientras que el tipo pensamiento extravertido ama
profundamente a su esposa, sin embargo donde Rilke, por ejemplo, dice: “Yo te
amo, pero no es asunto tuyo”, el sentimiento del tipo pensamiento introvertido
tiene un objeto externo. Él diría por tanto, en el estilo de Rilke, “Yo te amo
y será importante para ti; ¡yo lo haré de tu incumbencia!” Por otra parte, el
sentimiento del tipo pensamiento introvertido tiene con mucho las mismas
características que el sentimiento inferior del tipo pensamiento extravertido,
con juicios muy negros y blancos, sí o no, amor u odio. Pero puede ser muy
fácilmente envenenado por otras personas y por la atmósfera colectiva y de ese
modo puede hacerse inseguro. El sentimiento inferior de ambos tipos es
pegajoso, y el tipo pensamiento extravertido tiene esta clase de fidelidad
invisible que puede perdurar eternamente. Lo mismo es cierto para el
sentimiento extravertido del tipo pensamiento introvertido, excepto que no será
fidelidad invisible sino fidelidad visible. Si usted lo evalúa positivamente,
será fiel, pero para la evaluación negativa es pegajoso. Se parece al fluir del
sentimiento pegajoso en una persona epileptoide; tiene esa clase de vínculo pegajoso,
perruno, el cual, especialmente para el objeto amado, no es siempre divertido.
Se podría comparar el sentimiento inferior de un tipo pensamiento introvertido
con el flujo de lava caliente de un volcán –que sólo se mueve alrededor de
cinco metros en una hora pero devasta todo a su paso. Es por eso que,
naturalmente, un tipo pensamiento introvertido muy pronto experimentará que con
su sentimiento extravertido él siempre está metiendo la pata, porque el
sentimiento es demasiado primitivo, pegajoso e infantil; pero también tiene
todas las ventajas de una función primitiva, pues es también muy auténtico y
cálido. Cuando un tipo pensamiento introvertido ama, no hay cálculo en él.
Estará por amor al otro pero será primitivo. Eso es cierto para ambos tipos,
pues los tipos pensamiento tienen sentimiento primitivo, pero por otra parte
éste nunca es calculador. El sentimiento inferior de un tipo pensamiento es
como una leona a la que le gustaría jugar con usted. Ella no tiene otra
intención que jugar, pero se refriega, ronronea contra su pierna, o lo devora,
o le da un gran golpe de modo que usted caiga cuando ella lame su cara. Pero no
hay cálculo ni intención en ello; es solo una expresión del sentimiento, ¡como
un perro que menea su cola! Lo que toca a las personas en el sentimiento de los
animales domésticos es justamente esta falta de cálculo.
Así en ambos
tipos pensamiento, el sentimiento inferior no tiene cálculo, mientras que las
personas que tienen sentimiento diferenciado están, de un modo oculto, calculando,
y siempre ponen un poco de ego en él. Una vez vi al jefe de una mecanógrafa
quien era un tipo sentimiento y me preguntaba ¡cómo aguantaba ella tal horror
por un solo día! Pero ella sonreía y decía que él era su jefe, por tanto hacía
lo mejor, ya que debía soportarlo, y mirándolo detenidamente ella podía
descubrir que él tenía esta o aquella cualidad positiva. Se podría decir que
ver buenas posibilidades y reconocerlas es admirable, pero por otra parte hay
un poco de cálculo en ello: ella quería conservar su lugar con su jefe, de
manera que hizo ese esfuerzo de sentimiento positivo. ¡Eso nunca le sucedería
al sentimiento inferior de un tipo pensamiento! Yo nunca lo habría soportado
–¡yo preferiría no comer y no podría haber persistido por veinte días! Yo
estaba impactada aquí por la diferencia entre el sentimiento inferior y el
sentimiento diferenciado. El tipo sentimiento había encontrado unas pocas
cualidades positivas en ese horrible hombre y lo toleró. Ella no negó todas las
cosas negativas que yo vi en él, pero dijo que él nunca le demandó tiempo extra
y daba mérito a los que trabajaban para él, de modo que ella descubrió algunos
factores positivos y se adhirió allí.
En su libro,
Jung explica algunos de los malentendidos entre los tipos. Si yo hubiera dicho
que esta oficinista era interesada y oportunista, habría estado absolutamente
equivocada, porque eso era solo un motivo de fondo en su caso –esa sería la
proyección negativa del otro tipo. No es que ella sea simplemente una
oportunista, o que actúe de modo calculador al tener dicho sentimiento
positivo, sino que tiene sentimiento diferenciado. Ella por tanto nunca tiene
fuertes reacciones emocionales pero sabe que donde hay valores, existe siempre
algo negativo; nada es completamente blanco o negro, sino que en la realidad
todo es grisáceo. Ella tiene esa clase de actitud filosófica. Era solo yo quien
sospechaba del interés y oportunismo porque el tipo pensamiento introvertido
siempre sabe conscientemente cuando es adulado. Por otra parte, se puede decir
que el sentimiento inferior tiene la ventaja de que realmente no existe cálculo
en él. El ego no tiene nada que ver con él, pero naturalmente esto puede crear
situaciones de inadaptación. Piense, por ejemplo, en la película El Ángel Azul,
en la cual un profesor se enamora de una vampiresa, y de una manera fiel y leal
se arruina por ella. Esa sería la tragedia de la función del sentimiento
inferior. Se podría honrar por su fidelidad pero también se podría decir que él
era un condenado tonto y que su sentimiento inferior tenía muy mal gusto. Eso
es también cierto para el sentimiento inferior de un tipo pensamiento: el
sentimiento presenta o muy buen o muy mal gusto. Un tipo pensamiento puede a
veces escoger a personas muy valiosas como amigos o puede escoger de manera
absoluta a personas equivocadas, pues la función inferior tiene ambos aspectos
y rara vez encaja en modelos convencionales.
Otra forma en
la que el sentimiento infantil se puede manifestar en los tipos pensamiento es
ejemplificada en el caso de Voltaire, el filósofo francés, quien era, creo, un
tipo pensamiento introvertido. Él combatió la Iglesia Católica con todo su
poder y fue el autor del famoso dicho “Ecrasez l´infame” (Extirpar la infamia).
Él era un intelectual y un representante típico de la época de la ilustración.
En su lecho de muerte, sin embargo, él se puso muy nervioso y solicitó la
extrema unción y la tomó con gran derroche de sentimiento devoto. Ahí mostró al
final de su vida que él estaba completamente dividido: su mente había
abandonado la experiencia religiosa original y su sentimiento se había quedado
allí en forma invisible, y cuando estaba moribundo y en el momento de la muerte
–el cual uno tiene que recibir como una persona íntegra- el sentimiento surgió
y lo abrumó de un modo completamente indiferenciado. Todas las conversiones
repentinas tienen esta cualidad, o se deben a la aparición repentina de la
función inferior en un tipo.
En el caso del
sentimiento inferior, como en los otros casos, la función inferior está mucho
más acoplada con la emoción. Donde quiera que la gente tenga sentimiento muy
emocional, es un signo de que el sentimiento es indiferenciado. Tan pronto como
arrancan a llorar en una situación sensible que ha sido constelada y todo fluye
de manera muy pesada y apasionada usted sabe que la función inferior ha sido
tocada. Sin embargo esto también es cierto para la intuición inferior de los
tipos sensación. Usted recordará mi descripción del tipo sensación extravertida
con quien yo fui a la obra de la tragedia antroposófica. Cuando yo dije que
había tenido suficiente de aquello y que quería un buen estofado, él no pensó
que eso fuera una broma. Él había estado tan profunda y emocionalmente
enternecido por la obra que habíamos visto juntos que fue un golpe a su emoción
cuando hice esta desatinada observación. Él no era un hombre emocional, sino un
pez muy frío y muy puesto en tierra; no obstante en ese momento él estaba
conmovido desde el centro de su corazón y por tanto no se podía bromear al
respecto.
Todas las
funciones inferiores tienen esta tendencia a hacer a las personas mortalmente
serias, emocionales y patéticas. Usted puede verlo muy claramente en el
sentimiento del tipo pensamiento. El pensamiento introvertido puede mostrar
cualidades muy patéticas si no histéricas en la manifestación del sentimiento.
Por otra parte, como escribe Jung en los Tipos Psicológicos, las personas que
conocen tipos pensamiento saben bien que usted puede tener sentimientos muy
cálidos y amistades íntimas y confiables con ellos, porque si hay sentimiento,
es real y auténtico.
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